Por fin Octubre.
Empieza el otoño, se caen las hojas y… ¡Ya voy por la mitad del tratamiento Invisalign! Estoy usando el alineador número 9 y el tiempo pasa muy rapido: ¿Recordáis cuando os escribía desde la playa?
Mi tratamiento evoluciona con éxito. Los dientes se están moviendo como se espera y en la revisión de este mes hemos empezado con el pulido entre dientes.
La Dra. Viyuela me ha informado de que, para que los dientes se puedan mover mejor y recolocarse como deben, hay que pulir un espacio muy pequeño entre los dientes. Así se consigue que los dientes se coloquen con mayor facilidad ya que no “chocan” entre ellos.
Cuando la Dra. Viyuela me lo comento tuve un poco de miedo (aunque trabajo en una clínica dental, lo reconozco, me dan pánico los dentistas…) pero es un proceso que dura unos pocos segundos y no te enteras de nada. El pulido se empieza de manera manual y finaliza con la máquina de pulido de dientes. El resultado del pulido fue el alivio de la presión entre los dientes y al final lo tuve que agradecer.
Tengo que comentaros que, a parte de miedosa, soy un poco desastre. Así que durante todo un día, se me olvido ponerme el alineador. Le puede pasar a cualquiera pero os recomiendo que tengáis cuidado con esto: cuando me lo fui a poner de nuevo, el alineador me molestaba bastante y no ajustaba bien, por lo que tuve que volver al anterior durante dos días para poder ponerme el actual sin problemas.
La Dra. Viyuela me explico que los dientes están en proceso de cambio de posición y hay que “guiarlos” todos los días con los alineadores. En el momento que no los usas se puede perder la posición ganada por los dientes.
Por cierto, el amigo que colabora este mes es mi perro Goofy, y como animal curioso que es, me mira raro cada vez que me pongo y me quito los alineadores ya que piensa que es comida. El día que lo deje a su alcance… ¡¡se lo lleva!!
¿Qué le vamos a hacer? Todos queremos una sonrisa perfecta!
Equipo CRISTINA VIYUELA + CO